Hay una anécdota que vi en un documental sobre los Abuelos de la nada en la que Miguel habla de los tiempos en los que Pappo formaba parte del grupo, en el mismo dice que Pappo todo el tiempo le insistía en hacer Blues, y Miguel en el audio dice “Blues, Blues, ahí tenes Blues, hacelo” como diciendo todo bien man quedate con el nombre yo soy libre y me voy, un nombre no me define, y Miguel se aleja de, o disuelve temporalmente, los Abuelos de la Nada. Y aquí todo se vuelve confuso, porque no estoy seguro de que haya sido así, porque no lo he vuelto a escuchar, ni sé si finalmente Miguel se llevo el nombre o lo hechó a Pappo. Lo que si pienso es que si bien el nombre es el dato autobiográfico ineludible o más certero que podemos tener, no necesariamente estamos atados al mismo, y mucho más cuando el nombre representa a un grupo de personas y no a una sola. Porque Parientes, representa, de alguna manera, a todo aquel que haya pasado, o haya sido tocado tangencialmente, por el grupo. Pienso que Parientes se manejo siempre en un terreno donde el estado critico fue constante, siempre fandangeando, lo que le dio libertad en un montón de cosas, pero, como todo, vivió en un mundo de privaciones, de flojeras y abandono, porque ¿Cómo se entiende, un grupo sin trayecto ni currículo, sin statement?. En un mundo ávido de precocidos, todo levemente digerido, de ideas claras, de fechas de cierres, de inscripciones online, de wetranfers, de 140 caracteres, no hay lugar para el devaneo. Ese devaneo, tal vez sea el fuerte en definitiva del grupo, lo no apresable, la posibilidad de entrar y salir cuando uno quiera, y apropiárselo a gusto.
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