jueves, 6 de marzo de 2014

Que los misteriosos hilos del azar se tejan para mi bien




"San Cono, haz que la suerte me beneficie, que los misteriosos hilos del azar se tejan para mi bien, que con mi jugada alcance los medios materiales que necesito para realizar mis sueños. Gracias San Cono por darme tu bendición y regalarme la alegría de alcanzar lo que deseo." decía un quinielero, y pensó y si en vez de poner las rejas las pongo por dentro? y así fue como los quinieleros inauguraron un nuevo estilo de enrejado "de interior" que luego se propagó a farmacias, almacenes de barrio y rapipagos.

Pues bien, mientras suena El quinielero de Gardel en la portátil, que pasaría si al quinielero se le diera por la poesía? pues escribiría un libro maravilloso como “En una nave comandada por Enrique unos pocos hombres abandonamos la Tierra” un libro hecho de rumores, chusmerios, y datos precisos, como si hubiese sido recolectado de apuntes en servilletas, mensajes de textos, wikipedias y viajes de ciencia ficción.

Una historia de hombres que no quieren estar solos en un distópico mundo que de a poquito se va a pique. Vale decir que Enrique, que según él es inmortal, es un extraterrestre lo que vendría a ser que Enrique no se esta yendo del planeta sino tal vez yendo al lugar del que alguna vez vino. 

La historia que se relata transcurre en las extensas tierras patagónicas comenzando en 1879 con Julio Argentino Roca y sus hombres vadeando el Río Colorado, pasando por  Néstor Kirchner prolongándose hasta lo que sucederá en setenta millones de años. 

El abandono de Enrique, que bueno la palabra “abandono” de título de un libro, me hizo acordar eso de que no nos bañamos dos veces en las mismas aguas, era asi? bueno, ahí esta nuestro quinielero para hacernos reflexionar sobre eso.

PD: releo el libro y confirmo que en el mismo no se menciona ningún quinielero, caso contrario háganmelo saber.

 

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