Sobre marco es mas difícil aún, no es una obra para el espacio urbano, pero que tiene un fuerte anclaje con la realidad-ficción cotidiana, y se nutre de ella, pero que no altera el espacio sino que lo registra y traslada a la galería, museo, etc (formas de la institución-arte), Marco se para en la misma vereda que nosotros, sujetos espectadores, pero que en ese acto de observar nos convertimos, cada uno a su modo, en artistas ( mirada artística).
Esta obra, tengo entendido, (las fotos e infografías) fue adquirida por el Macro-Castagnino de Rosario, pero me puse a pensar en esa piedra en esa cuadra en ese barrio y en esos vecinos, para los que la piedra pasa inadvertida pero que como un dedo en el agua, produjo cambios en el circuito artístico ( en el sentido de que para marco su obra paso a formar parte de una colección importante, y de un relato mucho mayor que puede ser el del arte contemporáneo en argentina). Y pensaba también, en que el Museo Nacional, adquirió una fotografía de Dino Bruzzone y la maqueta de la cual hizo la fotografía, y sobre que podríamos hacer nosotros con esa piedra ese dique que separa las dos casas. Y haciendo un poco de ficción, podría llevármela y decir “tengo una obra de Marco Bainella” ( como si fuese un ready made o gesto dadaista), o pensar en que se olvidaron de pedirle también la piedra, o llegando a un extremo, existe esa piedra ahí?.
Volviendo un poco para no irme de tema, y para pensar en como Marco se pone en un rol de darle valor a esas cosas que no sabemos que están pero que pueden desencadenar una serie interminables de reflexiones, lo que el produce es una ampliación de lo que entendemos por artístico-extra artístico, por espacio publico-privado. Marco reflexiona sobre el paso del tiempo del espacio urbano y sobre un momento determinado de ese transcurrir.
Su mirada, traza una forma de investigación sobre el sentido de patrimonio ( de pertenencia) y me lleva a reflexionar sobre la cantidad que debe haber de fotologs, blogs, sitios de internet que a través de relatos anécdotas, chusmerios y fotografías, documentan y colaboran sin darse cuenta a la formación de una memoria colectiva y patrimonial pero no con un sentido univoco, sino con una multiplicidad de voces infinitas.
Esta obra, tengo entendido, (las fotos e infografías) fue adquirida por el Macro-Castagnino de Rosario, pero me puse a pensar en esa piedra en esa cuadra en ese barrio y en esos vecinos, para los que la piedra pasa inadvertida pero que como un dedo en el agua, produjo cambios en el circuito artístico ( en el sentido de que para marco su obra paso a formar parte de una colección importante, y de un relato mucho mayor que puede ser el del arte contemporáneo en argentina). Y pensaba también, en que el Museo Nacional, adquirió una fotografía de Dino Bruzzone y la maqueta de la cual hizo la fotografía, y sobre que podríamos hacer nosotros con esa piedra ese dique que separa las dos casas. Y haciendo un poco de ficción, podría llevármela y decir “tengo una obra de Marco Bainella” ( como si fuese un ready made o gesto dadaista), o pensar en que se olvidaron de pedirle también la piedra, o llegando a un extremo, existe esa piedra ahí?.
Volviendo un poco para no irme de tema, y para pensar en como Marco se pone en un rol de darle valor a esas cosas que no sabemos que están pero que pueden desencadenar una serie interminables de reflexiones, lo que el produce es una ampliación de lo que entendemos por artístico-extra artístico, por espacio publico-privado. Marco reflexiona sobre el paso del tiempo del espacio urbano y sobre un momento determinado de ese transcurrir.
Su mirada, traza una forma de investigación sobre el sentido de patrimonio ( de pertenencia) y me lleva a reflexionar sobre la cantidad que debe haber de fotologs, blogs, sitios de internet que a través de relatos anécdotas, chusmerios y fotografías, documentan y colaboran sin darse cuenta a la formación de una memoria colectiva y patrimonial pero no con un sentido univoco, sino con una multiplicidad de voces infinitas.
1 comentario:
Muy acertado siento lo que ves la obra dique de Marquito. Y coincido plenamente con el fin de tu enunciado, al plantear que hay una pleyade de exploradores en el ciberespacio rescatando el patrimonio terrenal... no los perdamos de vista.
Marcelo
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