miércoles, 30 de abril de 2014

Sweater says guilty

Con Vir nos super enganchamos con True Detective, le dimos un batacazo y la rematamos en dos días (para los que dicen que cuando se es padre no hay tiempo para nada, es cierto pero no tanto jjj). La cosa es que una vez terminada me pongo a buscar quien es Nic Pizzolatto (guionista de True) y resulta que fue parte del equipo de guionistas de The Killing, adaptación de la serie danesa Forbrydelsen, de quienes somos fans hace tiempo (y que recomendamos cada vez que podemos), que grata sorpresa!
 
 
pd: ya le pase a mamá el punto para que me haga un sweater Lund, pero todavía no se ha hecho el tiempo necesario



lunes, 14 de abril de 2014

Y ahora soy responsable de mi rostro



Pido disculpas de corazón Daniel,
fui yo,
y es probable que no te acuerdes
porque ya pasaron mil años
y ahora soy responsable de mi rostro
fui yo quien te pidió disculpas
cuando estabas en el piso

“discúlpame vos a mi (te escuché decir)
discúlpame vos a mi,
lo que hiciste no tiene nombre
pero serás el responsable anónimo de lo que está por suceder
el causante de los próximos efectos
seré yo el que pase a la historia
y será a mi a quien hagan una placa
con mis letras en bronce
en la escuela a la que fuimos juntos
y vos solo pases a la historia por ser el que hizo aquello,
hasta dirán que yo nunca te conocí
pero yo siempre recordaré tu beso”

Daniel
no te entendí en aquel momento,
porque fui corto
y me llevaba materias
y era un holgazán
y me creía pícaro
y alguna vez tuve amigos
y me peinaba
y me vestía
y escuchaba música
y cantaba
y bailaba en lo posible como ellos,
Yo
hice lo posible por abandonar en un momento
me arrastré como un mendigo
fui obediente y fiel
y me resigné a mi destino.

Y por eso, a riesgo de eliminación,
por defender una causa que no era la mía,
fracturé tu pierna

Y por eso fui,
por eso fui expulsado del torneo y señalado
con el dedo y por eso estoy arrepentido
y ahora me cuesta emitir juicio de valor sobre las personas
o hablar fluido con alguien,
sin sentir que de algún modo
cuando pasan vuelven
la vista
y dicen:
“la valentía se manifiesta de maneras impensadas”

domingo, 13 de abril de 2014

Los pequeñecos




Termino este libro que comienza en las oficinas de CriterionCollection (con un personaje que escribe las síntesis de las contratapas, un ex artista callejero que hacia una revista mural sobre teoría algo conspirativas), y no pude evitar chusmear el catalogo de Criterion y los top ten y me encontré con el Jonathan Lethem (si bien varias de su lista desconozco, sí coincido en que Videodrome y Slaker son dos películas grosas). Mi top five de Criterion, es Rashomon, Paris Texas, Night on Earth, The Last Days of Disco, Chungking Express.

Por estos lados teníamos 791cine, y cuando no tenia ni idea que buscar en el video club, sabia que ese logo era garantía, de 791 recuerdo Dumplings, El Sabor del te, las tres de Perrone, Mondovino, pero sobre todo Tape de Linklater.

Bueno el libro esta genial  donde hay un tigre gigante que acecha en la ciudad, un tigre que no se sabe si es real, o si es una maquina, o si es un símbolo, y hay un artista que hace fosos sin fondo en la ciudad, y un ex niño prodigio del cine cuya novia astronauta se encuentra boyando en el espacio y le escribe unas cartas fabulosas y una escritora fantasma que asegura haber escrito la mitad de las autobiografias que hay en una librería, y un personaje que trabaja de asistente del alcalde que tiene en su ventana un nido de águilas. Todo esto en Manhattan, con Steve Martin y Lou Reed incluido, con la posibilidad de que Marlon Brando no haya muerto y esté planeando postularse para alcalde, y con la teoría de que Stanley Kubrick estuvo a un pelo de dirigir los Baby Muppets!!!

jueves, 10 de abril de 2014

La sábana




Hace unos años con una máscara blanca hecha con sábanas robadas de mi sueño eterno, espanté de su casita un perro ciego que dormía en su sueño eterno.

Y con esa misma sábana blanca, comencé a espantar a todos los demás y comencé a dar vueltas y luego me metí en la casita en la que dormía aquel perro su sueño eterno y también me dormí.

Y soñé que volvía al patio de casa que daba a un campo al cual íbamos con los aire comprimido cargados, colgados en el hombro, mientas papá dormía también su sueño eterno.

En ese campo no había latas ni piedras, ni frutos de cáscara robusta a la cual disparar. Era como un pequeño desierto y el único blanco al cual disparar era a nuestros recuerdos. De a uno primero, errando lejos, y luego, ya más certeros, fuimos borrándolos a todos.

Comenzamos a los tiros con el espacio y el tiempo, borramos calendarios y horarios, las fechas de nuestros cumpleaños, el día y la hora en que te vi por ultima vez, la fecha de nuestros santos, las fechas de feriados importantes en nuestro país, las fechas de vencimientos, las fechas importantes para nuestro corazón, y el día y la hora en que debía pasar a buscar a mi hermano por el club antes que oscureciera, y el día y la hora del bautismo de mi sobrino y la hora en que entregaban el diploma y la hora en la que se esconde el sol y en la que sale.

Y luego animados borrábamos los colores y los olores y los sabores y lo cálido y lo frío y todo lo que estuviera referido a lo que pudiéramos percibir con nuestros sentidos. Y de a poquito no nos quedó nada,  y no quedó ni siquiera lo que nos hacia mal y mucho menos lo que nos hacia bien.

Y entonces sin recuerdo y sin sentidos nos perdimos en ese campo y nuestros padres y nuestros vecinos y nuestros representantes salieron a buscarnos cargados de fotos y audios y boletines y diarios viejos y cartas de amor y notas para avivar nuestro recuerdo y platos de comidas y bebidas y luces y sonidos y fuego y agua y aire y tierra para avivar nuestros sentidos y nos siguen buscando y de aquí no nos hemos ido y  aquí estamos todavía cubiertos con esa sábana blanca con la que espanté al perro, enredados y sumergidos entre los pliegues eternos de ese sueño eterno.